Razones por las que amo trabajar en restaurantes

“La verdadera felicidad ocurre sólo cuando encuentras los problemas que disfrutas tener y resolver” – podría sonar un tanto masoquista sino fuera porque es TOTALMENTE CIERTO.

La vida restaurantera es dura, muchos dicen que es una de las vocaciones más demandantes que hay, puede llegar a ser abrumadora y sumamente retadora. Hay días en que la cantidad de trabajo es extenuante, los días parecen más largos y sientes la frustración acumulándose en tu cuello, no puedes parar hasta resolver el problema y una vez que sobrevives el día y todo sigue en pie, es sumamente satisfactorio.

Y entonces PARAS, respiras y observas, porque es importante tomarnos el tiempo para asimilar el trabajo que hacemos, el porqué lo hacemos y sobre todo reconocer lo bueno que somos haciéndolo.

Ahora, trabajar en un restaurante tiene excelentes ventajas y beneficios, que disfrutamos todos los días y que en lo personal me hacen sentir agradecida, por ejemplo:

*Acceso ilimitado de café, buen café, delicioso, intenso y humeante café.

*Pan recién horneado en las mañanas.

*Pruebas de cocina para nuevos platillos.

*Mejor aún, pruebas de bar para nuevas bebidas.

*Catas de vinos para añadir a la carta, de mis actividades favoritas en un restaurante, es poder conocer nuevas etiquetas de vinos, existen proveedores de conocen a profundidad el producto que te ofrecen, su historia y detalles que marcan la diferencia.

*Benchmarketing, tener un pretexto para comer delicioso es bueno, pero que además sea parte de tu trabajo, es genial. En esta industria, como cualquier otra, es muy importante conocer qué está pasando en tu ciudad y en el mundo, y no hay mejor inversión que salir a comer y descubrirlo.

Ningún día es igual, todos los días existen nuevos problemas que resolver, nuevas estrategias que intentar, nuevos corajes qué hacer y aunque creas que ya pasó de todo, esta profesión consigue volverte a sorprender.

Porque los problemas nunca desaparecen, sólo, si tienes suerte, mejoran.